La nada fecunda lo inmóvil.
Pero ninguna razón revela
la fertilidad de lo inmóvil.
¿Es nada la piedra?
La piedra lapida el río y frunce su cauce.
Si arma para la muerte,
lápida es sobre el tiempo de la desaparición
y pretexto de la palabra ausente.
He conducido la piedra al precipicio
para deshacerme de lo inerte;
dispuesto un túmulo de pizarra
donde brillara el sol;
he pulido lascas para el fuego;
reunido pómez para la lluvia.
La piedra es, como es una vida
redimida de su hastío estéril.